viernes, 13 de enero de 2012

Experiencia

Escribí en ayunas, aunque antes de publicar
desayuné chocolatico con pan.
Pensaba esta madrugada en ese tema de la experiencia, cómo puedes medir ese concepto, cómo puedes asegurar que tienes experiencia en algo. El que lo hayas hecho muchas veces puede darte algunos indicios. En fin, pensaba en eso y en los días vividos, en lo que he hecho, caminado. Pensaba en que he llorado de risa, miedo, vacío, soledad, tristeza; he llorado por nada y por todo, he llorado porque me he pegado en el dedo chiquito del pie, porque me duele el estómago, porque me sacan un muela; he llorado sola y acompañada, a escondidas, hasta que me salen mocos, he llorado sin y con lágrimas. También he reído, me he reído de otros, de mi, de nada, por bobadas, por cosas que no me debí haber reído. He reído duro, pasito, a escondidas, con cómplices de risa, hasta el dolor de estómago, hasta que ya no tiene sentido, he reído porque todos ríen o he reído aún cuando nadie lo hace. He amado hasta que duele, me han amado hasta las lágrimas, he visto partir a alguien que quería. He estado sola y a oscuras.

Me he tirado de un puente y he caído en el mar, he saltado en un charco, en varios; he visto el amanecer y el anochecer. He contemplado la luna y las estrellas aunque no sepa su nombre o incluso sabiéndolo. Me he sentido hermosa, fea, mala, puta, santa, hija, boba, sabionda, extraña, adolorida, molida hasta que me duele levantarme de la cama. Me he sentido enferma y sola, enferma y acompañada. He soñado con el fin del mundo y he visto de nuevo el amanecer. He bebido sola, acompañada, con la familia, amigos, conocidos y algunos desconocidos, con compañeros de oficina, con ex-compañeros, novios, amigos. He bebido hasta vomitar, he bebido solo una copa, he bebido por brindar, por dolor, por alegría, porque es diciembre, porque no pasa nada, porque cumplí un año más. He cocinado, me he quemado y se me ha quemado la comida, he cocinado y me ha quedado delicioso. He bailado en público, desnuda, en el mar, con conocidos y desconocidos, he bailado en el desfile de mitos y leyendas, he bailado en un desfile privado, no he sabido bailar, lo he hecho bien y muy muy mal, he bailado danza contemporánea sin saber bailar. 

He escrito y me han publicado, he escrito y no se lo he mostrado a nadie, he escrito y hubiera querido que nadie lo viera. He dicho muchas palabras y me he quedado muda. He gritado hasta quedar sin voz y aún así he vuelto a gritar. Me he maravillado, asustado, sorprendido, emocionado, deprimido. He sido fiel, infiel, amiga y enemiga, cómplice, patrocinadora oficial de la bobada ajena y propia. He sido un completo desastre y un éxito rotundo. Me he levantando de nuevo. Me ha gustado éste y éste no. Me he enamorado otra vez aunque creía que ya no lo iba a hacer. He peleado a los golpes y a las malas palabras. He insultado y agradecido. He pedido 5 minutos más, me he levantado a tiempo, muy temprano, muy tarde, no me he levantado, no me he acostado. He dormido en mi cama y en otras camas, con alguien que ronca, con alguien a quien amo, he dormido en la cama de los papás, he dormido en la oficina, en el bus, hasta en una lancha. He tenido buen sexo y mal sexo. He tenido sexo conmigo, con quien amo, incluso con alguien a quién no amo, y con alguien con quién quería solo sexo. He hecho muchas cosas de las que me siento orgullosa y otras que no me atrevo a decir en voz alta. 

He dado charlas a muchas personas, a una sola, a un amigo. He aconsejado a alguien que me lo ha pedido y a alguien que no me lo ha pedido. He metido las patas y las he vuelto a sacar. Me he embarrado literalmente en barro. He salido muy organizada, sin bañar, con cara de triste y ojeras, con los labios pintados y sin pintar. He saludado a alguien que creía conocer, he abrazado mucho, a extraños y conocidos, me he abrazado incluso de maneras que no sabía que lo podía hacer. He pintado, rayado, dibujado. He creado y destruído. He viajado en barco, bus, chiva, mula, caballo, avión, metro, metrocable, carro, moto, panga, a pie, corriendo, en bici y triciclo, en sueños, dormida y despierta. He viajado mareada y he vomitado, y también lo he hecho sana y feliz, queriendo y sin querer, sola y acompañada.

He orinado al lado del camino, de pie, sentada, haciendo equilibrio, me he orinado de la risa y en la cama. He orinado en baños públicos, ajenos, propios, sucios, muy limpios, en baños comunes y en baños no tan comunes. He participado de una exposición, en un ridículo, una sanación, misa, obra de teatro, canción,  velorio,  fiesta, en mi fiesta. He sido anfitriona, invitada, intrusa, colada, conocida y desconocida. He sido la hija de puta y la mujer amada; la hija buena y mala; mi amiga y mi peor enemiga.

Que si tengo experiencia, me preguntaba esta madrugada mientras daba vueltas en la cama. Tal vez para algunas cosas. Que he vivido, es verdad. Que aún me faltan tantas cosas por vivir o por repetir, que importa. Por ejemplo nunca he estado en un nacimiento, bueno en el mío, pero no he visto a alguien nacer. Tampoco he buceado, escalado. No me he tirado en parapente, ni he besado a un completo desconocido. No he terminado este proyecto que tengo en mente, ni he conocido la nieve. No he visto la aurora boreal, ni he visto las tortugas poner los huevos. No he manejado una tractomula, ni he dado la patada inicial en un partido de fútbol. 

He escrito este texto y ahora me dispongo a publicarlo. 

3 comentarios:

  1. ah!!! cómo me encanta que seas tan experimentada. Muy bonito texto

    ResponderEliminar
  2. Jajajajaja. Como no. Gracias preciosa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Clarissa te manda a decir que aprendas a recibir. Un besito

      Eliminar