martes, 17 de enero de 2012

A nadie le gusta que lo jodan*!

Como se me iban a escapar las palabras, por
ahora solo me he comido un banano. Ya voy
preparar desayuno!
Si eres de las personas que echan cantaleta, no soportarás que nadie te diga nada. Si eres de los que disfruta mandando a otros, ni pensar que alguien te sugiera cómo hacer tus cosas. Si eres de los que opina y se mete en la vida de cuanto puede, no tolerarás que algún ser humano opine sobre tu vida. Pero si por el contrario procuras respetar la frase que dice: cada quién hace de su culo un balero, es decir, dejar que cada quién se ocupe de lo suyo, pues menos querrás que otros intervengan en el cómo llevas tu existencia. Aún así las personas siguen jodiendo a los otros. Parece ser una necesidad profunda: joderás al otro como no quisieras que te jodan a ti mismo. 

Recuerdo en primer semestre de la carrera de psicología, había un profesor bastante especial, era extraño, hacía movimientos simpáticos y nos ponía a leer unos textos epistemológicos que eran un completo dolor de cabeza. Pero recuerdo una situación en especial; uno de los primeros días de clase llegó con un pequeño texto de bolsillo, no tendría más de unas 100 páginas y cabía en una sola mano. Nos lo enseño y nos dijo: "éste es un libro de cabecera, un libro para sus vidas". Luego puso el libro en las manos del alumno más cercano para que lo rotáramos entre todos. Cuando llego a mis manos lo miré curiosa, su título era: A nadie le gusta que lo jodan. Al abrirlo noté que las páginas estaban casi en blanco, al final de cada una estaba la pequeña frase que se repetía hoja por hoja: A nadie le gusta que lo jodan. A nadie le gusta que lo jodan. Una y otra vez. 

Jose David tenía razón, completa y absoluta razón. Ese es un libro de cabecera que valdría la pena regalarle a algunos seres humanos que se creen con derechos superiores de opinar, mandar, controlar y ordenar la vida de los otros, atormentándolos con una cantaleta eterna. Están más interesados en administrar otras vidas que en ocuparse de la suya propia. ¡A ellos habría que hacerles una edición especial, tamaño biblia de este libro!. 

*Joder, en Colombia, significa molestar. No tiene la connotación sexual que suele tener en países como España.  

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