miércoles, 11 de enero de 2012

Un día a la vez




Desayuno chocolate con pan. Siendo sincera sé que no estoy comiendo muy bien desde hace varios días. Pero no es que tenga mucho apetito. 


Hablaba con una amiga ayer sobre el hecho de vivir aquí y ahora. Un día a la vez. Pienso que cuando hay mucha incertidumbre con respecto a grandes cosas en la vida, grandes cambios, lo mejor es tomar esta política. Siento que de lo contrario los pensamientos sobre el futuro y todas sus posibilidades te caerán encima como una avalancha, y en las avalanchas regularmente uno se ahoga. 

Un día a la vez. Qué me trae este nuevo día, qué puedo hacer hoy, qué tengo en mis manos y de qué me puedo hacer cargo aquí y ahora; son preguntas que pueden ayudar. Bueno o por lo menos a mi me ayudan. Cuando me ocupo del presente, la avalancha de posibilidades se desvanece. Solo quedo yo con mi manos y este bello segundo en el que pinto, camino, resuelvo esto o aquello, escribo este texto, tomo una foto, sonrío, saludo al vecino, pago el bus, miro el paisaje por la ventana, reclamo un pago, como, entro al baño, duermo, abro la ventana, hago la llamada pendiente, organizo,  me estiro, vuelvo a reír, siento mi pulso, abrazo, beso, canto esa canción que me anima el corazón, te miro, me miro, me veo. 

Qué queda más allá de este día, no lo sé, pero sé que hoy me puedo ocupar de esto y aquello, así que decido poner mi pensamiento y mis manos aquí y ahora. 

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