Latiendo

Desayuno tres corazones y un chocolate!

¿Haces lo que te pone a latir fuerte el corazón? Ayer por un momento pensaba sobre eso, cuál es la formula perfecta: dedicarte a lo que te hace latir, o buscar que tu corazón lata feliz con lo que sea que estés haciendo. Dicen que la misión de cada uno, la nota particular que viene a tocar en este mundo, está metida en el corazón. Como si alguien la hubiese soplado allí cuando nos embarcamos en este cuerpo, por eso cada que nos cruzamos con algo o alguien que tiene que ver con nuestro camino, el corazón late más fuerte, como diciendo: mira! es por ahí!

Pero si se supone que la nota ya está grabada en el corazón entonces no puedes obligarlo a que lata feliz con algo que no es, pienso yo. No puedes simplemente decirle: mira, no vamos a tocar esa nota que tienes, pero podemos tocar esta que es de fulanito de tal, esta nota que suena a vivir con carro, casa y beca, y que parece que a todos los hace felices, entonces tu simplemente compórtate feliz porque es la nota que hay para tocar. No, así no puede funcionar.

Ahora pienso que uno no solamente trae una nota, además hay un ritmo y una melodía particular, y late en muchos momentos, con muchas cosas; pero a veces creemos que es solo una cosa, que tiene que ser algo absoluto y definitivo, y parece ser que no es así. Yo que voy a saber! Lo digo como si estuviera plenamente segura y la verdad es que dudo, desconfió, caigo, me hago la sorda, me pongo zancadillas, y a veces, con suerte, logro escuchar un latido que me devuelve un poco el rumbo. Y ese solo latido que logro escuchar me da tanta felicidad que me alcanza la batería para hablar como si supiera. Entonces cómo sería que todo el tiempo estuvieras latiendo con tu propio ritmo, eso debe ser el éxtasis!. ¿Te imaginas?,y si te lo imaginas lo puedes hacer!

Te regalo y me regalo esta canción que va con lo que digo, corazón libre