domingo, 22 de abril de 2012

Desayuno de domingo

Desayuno de domingo conmigo misma
Es domingo en la mañana. Hace frío, el reporte del clima dice que será un día nublado y lloverá. Que más remedio. Me preparo una tortilla de huevo, la relleno con tomate que previamente he sofrito en mantequilla, le agrego un poco de parmesano y para terminar albahaca de mi huerto. 

Hago con todo el amor para mi misma un chocolate caliente. Me meto en la cama, acobijo mis pies que están helados. Desayuno mientras tecleo estas palabras en el computador. 

Cuenta la leyenda que es posible parar el diálogo mental, desconectar esa voz interna que cuestiona, critica, juzga, atemoriza... dicen que se puede llegar a silenciar completamente. ¿Cómo será?

Mi mente, cuestiona duramente cada uno de mis movimientos, aunque a veces creo que soy muy blanda conmigo misma. Dicen también que los psicólogos pueden llegar a ser muy despiadados con su propia humanidad. ¿Qué tanto? ¿cuál debe ser la medida de exigencia? ¿qué tanta presión debes ejercer sobre ti mismo? Ni tanto que queme al santo, ni tan poquito que no lo alumbre... Ese punto medio, ese gris perfecto, esa medida justa, que tarea más difícil. 

Hoy es domingo, el día está frío, la cama tibia, todo indica que me abrazaré a mi misma e hibernaré.

No hay comentarios:

Publicar un comentario