sábado, 17 de enero de 2015

Carta de Gratitud

Desayuno una arepa de espinaca que me regaló una amiga,
y agua de panela fría para el calor. 
"Hay muchas cosas que me están sucediendo de las no he hablado. No quería que este encuentro de la vida se convirtiera en un confesionario de lamentos y ratos tristes. Quería mucho que mi alma, al verte, recuperara la dicha, la alegría, el color; y es exactamente eso lo que ha sucedido, el milagro se ha dado y es lo que quiero agradecer". 

La mañana del sábado otra vez me trae un nuevo impulso, una nueva posibilidad, eso es lo que sucede. He podido escribir de vuelta, un encuentro me reaviva y puedo volverme a derramar en papel a través de una carta de gratitud. Poco a poco puedo ponerme en movimiento, como si después de una largo congelamiento rayitos de sol me estuvieran calentando nuevamente. 

Esto es la vida, larga y ancha mientras dura, con todas sus luces y sombras. 

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