domingo, 11 de octubre de 2015

Silencio vs. voz alta

Desayuno pan y aguapanela. Es más bien un pre-desayuno. 
Qué decir hacia afuera cuando uno siente que cualquier palabra que se pronuncie en voz alta puede ser usada en su contra. A veces, muchas, es mejor guardar silencio. Días de silencio, y sin embargo he pronunciado varias palabras que me han complicado. Muchas veces me hago preguntas en voz alta, preguntas sobre cosas que voy sintiendo o pensando, asuntos que reflexiono sobre mi relación con los otros, sobre mi manera de comportarme, de sentir, de hacer; y en ocasiones, muy contadas, me hago esas preguntas en compañía de una o dos personas muy cercanas en mi vida. Pero a veces esas preguntas pueden traer una oleada de situaciones que no veía venir. 

Qué decir y qué silenciar, es un tema que pienso desde hace mucho tiempo. Qué cuestiones es mejor poner en diálogo, en debate incluso, y cuáles es mejor rumiar para adentro o incluso mejor no tocar, sino dejar pasar, no alimentar. Es difícil hacer esa distinción. Creo que es difícil entender incluso este texto. Estas son palabras que he soltado como palomas que estaban represadas en un caja y a las que se les han abierto las puertas, salen todas disparadas sin orden, sin rumbo, en un estallido de plumas y aleteos que no permiten distinguir bien de qué se trata. Bueno, muchas veces así es la vida, un estallido de cosas que no logras reconocer sino hasta que ha pasado el alboroto. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario