martes, 24 de enero de 2012

De romance conmigo

De desayuno un huevo revuelto con plátano maduro
picado en cubitos y un poco de pan . Poco a poco retorna el
deseo de prepararme cosas ricas para comer!
Nuevo día en la ciudad de la eterna primavera. Ya entiendo, cuando vives en una eterna primavera difícilmente tienes la oportunidad de renovarte. Por eso siento a menudo la necesidad de salir, de estar fuera. De buscar otros climas. 


El fin de semana pasado conversaba con una pareja que hace poco celebró su aniversario número 50. Te imaginas, 50 años compartiendo con una persona. Cómo lo hacen, pensaba mientras escuchaba que él decía que encontrar una persona para compartir la vida es una bendición, así como puede ser el peor infierno vivir con alguien con quien no te entiendes. 

Por estos días me parece tan complejo ese tema de las relaciones, de establecer acuerdos, de negociar cosas, de hacer renuncias. Esta temporada de cambios, de mutaciones que vivo me lleva a pensar mucho en ese tema de hacer renuncias por el otro. No conozco el punto medio por estos días. He renunciado a muchas cosas por el otro, por otros. Me he perdido a mi misma, he estado en la noche oscura del alma por haber confundido mi camino con el camino de otros. Eso puede pasar, es tan fácil confundir tus pasos. Pero tal vez porque también he visto el otro lado es que me resulta tan difícil en este momento. He amado hasta los huesos y he acompañado al otro tan feliz que no me ha importado, y me han acompañado, no puedo negarlo. 

Pienso que una relación es como comprar un tiquete en un barco del que no conoces nada, ni su ruta, ni sus marineros, ni el clima que está por venir. Nada. Solo te subes porque hace un día soleado, precioso, todo se ve tan maravilloso desde allí, contemplas las gaviotas, ves el horizonte despejado. Luego, mar adentro es otra historia. Nunca sabes que ola está por venir, que tiempo te espera a la vuelta del sol. 

En fin, por ahora trato de abonar una relación, esta relación, el romance conmigo misma, el conocer mis épocas fértiles y mis sequías. Mis propias fuerzas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario