domingo, 2 de junio de 2013

Chocolate espumoso



Cuando era pequeña tomaba el chocolate que me preparaba mi abuela materna. Ella tenía una vieja chocolatera  y batía el chocolate con un ritmo y una cadencia especial, era la música de la mañana, ese sonido particular, ronco y constante. Al servirlo siempre estaba caliente y espumoso. 

Tomo chocolate casi a diario, pero  a diferencia de mi abuela, yo no tengo chocolatera, ya no preparo el chocolate de pasta, sino que uso un chocolate instantáneo. Una cucharada de chocolate, un pocillo de agua o leche caliente, aunque yo aún lo hago en aguapanela y ya está. Pero la magia de la espuma no la tengo a diario, el truco es prepararlo en la licuadora. Cada mañana no tienes el animo necesario para prepararte el chocolate con todas las de la ley, pero hoy es domingo, un día para desayunos especiales, hoy recordé el chocolate espumoso, el desayuno en el campo, el día completo para jugar. Por lo menos hoy tengo la espuma en el chocolate y este momento para recordar. 

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