domingo, 2 de junio de 2013

Una Habitación Propia

“Para los artistas limpiar el taller es como limpiar el alma”
Susana Solano, escultora de Cataluña, España 


Luego de diez meses de vivir conmigo en Villa Primavera llegó una nueva mudanza. Nos pasamos de casa, mi pareja y yo, el sábado 24 de noviembre del 2007. Llegamos a nuestro nuevo hogar, un apartamento grande e iluminado con tres habitaciones. A partir de ese momento comenzó una búsqueda que solo años después empiezo a comprender: la búsqueda por una habitación propia, un lugar para ser, para verme, hacerme, sentirme y escribirme.

Fue solo hasta el año 2009 que pude materializar la búsqueda, y destine uno de los cuartos del apartamento para que se convirtiera en mi taller. Papeles de colores, pinturas, pinceles, herramientas, martillos, oleos, acuarelas, tijeras, cartulinas, cuadernos, diarios, revistas, y cuanto material me sirviera para construir ocupó un lugar en el taller. Al comienzo mi mesa de trabajo fue un tablón sostenido por dos sillas y las repisas eran tablas en ladrillos, pero eso no me limitaba, de hecho me hacía sentir fuerte y feliz, ver hecho realidad el sueño de tener mi propio cuarto-taller me infundió una nueva fuerza.

Desde ese entonces he defendido a capa y espada mi habitación propia, sin importar la llegada de inquilinos temporales, reajustes familiares o reorganizaciones, yo establezco nuevamente mi taller. A lo largo del tiempo he comprendido que el taller es mi lugar interior puesto en el exterior.

Hoy en día mi “habitación propia” cuenta con una mesa de dibujo, la máquina de coser de mi madre, y un clóset atiborrado de materiales dispuestos a participar en cualquiera de mis creaciones. A veces trabajo con telas, en otros momentos el papel es mi lienzo, o la madera, plástico, y hasta las mismas paredes. Ese es mi santuario, mi lugar de oración, una oración activa, una meditación en movimiento que emprendo al iniciar cualquiera de mis creaciones. La habitación propia me permite resguardarme en las noches de insomnio y darle cabida en la “realidad” a las imágenes de los sueños. 

2 comentarios:

  1. Fantástica tu habitación propia, así como tu percepción de ella.
    Es necesaria. Y es necesario defenderla de todos los reajustes y visitas, porque tener esa habitación en el exterior ayuda a tenerla en el interior.
    Me encanta ver las mesas de trabajo de los artistas.

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  2. Así es!
    Yo también disfruto mucho contemplando las mesas y habitaciones de trabajo de otros. Me gusta ver cómo disponen las cosas, que materiales tienen a mano y que decoración los rodea, es como mirar adentro de las personas.

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