viernes, 1 de abril de 2016

Desayunos y trabajo

Desayunamos pan de chocolate de Deli,
pan de queso de la Miguería, café y frutas. 
Me gustan los desayunos de trabajo, debo confesarlo. En mi caso son varias las razones. He contado con la buena fortuna de trabajar con personas que se vuelven habitantes permanentes de mi corazón y por otro lado amo y disfruto mucho lo que hago. Así es que cuando se unen el desayuno y la pasión pues me es muy difícil que no sea grato para mí. 

Suelen ser espacios para comer algo rico, saludar desde la mañana a personas que quiero y luego poner ideas nuevas en movimiento. También he tenido algunos desayunos con grupos de trabajo, para evaluar procesos, resolver situaciones o simplemente fortalecer el vínculo. No recuerdo uno solo que haya sido incomodo o que me diera indigestión. Así es que sí, soy una defensora de los desayunos de trabajo, para mí son espacios que alimentan el cuerpo y abren otras posibilidades para poner la mente en acción.

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